jueves, 25 de septiembre de 2008

Medidas para prevenir la transmisión del SIDA

El Dr. Justo Aznar, del Departamento de Patología Clínica del Hospital La Fe, en Valencia, analiza la eficacia de las medidas para la prevención del Sida en un artículo publicado en Cuadernos de Bioética (Santiago de Compostela, nº 34, 2ª 1998). Sintetizamos algunos apartados, sin mencionar la bibliografía médica citada.
Firmado por Aceprensa Fecha: 26 Agosto 1998
Para evitar o reducir la transmisión del Sida, sólo existen tres tipos de medidas: continencia sexual, relaciones sexuales con personas sanas, y utilización del preservativo.
Para analizar la eficacia del preservativo como medio para prevenir la transmisión del Sida, en el artículo se valora primero su eficacia en otras circunstancias en que también es utilizado.
El preservativo tiene un elevado número de fallos para la prevención de embarazos no deseados. Si se define el índice de fallos como el número de embarazos en parejas que utilizan este método durante un año, el índice oscila en torno al 10%, según los distintos estudios citados en el artículo. "Es, sin duda, uno de los métodos contraceptivos menos seguros". En cuanto método para evitar enfermedades de transmisión sexual distintas del Sida, un informe de la OMS indica que los usuarios del preservativo tienen dos tercios de posibilidades, en relación con los que no lo utilizan, de evitar la transmisión de gonorrea, tricomoniasis o infecciones por clamidias. Es, decir, que la protección sería aproximadamente del 66%.
Pero lo más objetivo es referirse a los estudios que analizan específicamente la eficacia del preservativo en la prevención del Sida. En un estudio publicado en 1993 se recogen datos procedentes de todos los artículos publicados antes de julio de 1990, en revistas de garantizada calidad científica, sobre la eficacia del preservativo para prevenir la transmisión del Sida por vía heterosexual. "Como dato más significativo, se constata que el preservativo reduce el riesgo de infección por el VIH aproximadamente un 69%. Es decir, esta sería la capacidad del preservativo para prevenir el contagio del Sida, en unas relaciones heterosexuales normales, en las que habitualmente se utilizara".
Sin duda, los estudios más directos son los que se han realizado en parejas en que uno de sus miembros es portador del virus del Sida y el otro no. De estos estudios los más interesantes son los realizados en parejas de hemofílicos. Se han publicado ocho estudios de este tipo, en los que se detecta que el porcentaje medio de contagio del miembro sano era del 14%, oscilando entre 4% y 19%.
Las causas por las que el preservativo puede fallar en la prevención del contagio del Sida son variadas (mala utilización, rotura, porosidad por mala calidad...) Si el preservativo fuera realmente eficaz, los casos de contagio habrían tenido que descender en aquellos países en los que se han promovido importantes campañas para la utilización del preservativo. Sin embargo, no parece que las cosas hayan ido por ese camino. Esto se explica porque con estas campañas se está introduciendo en la sociedad, y especialmente entre la juventud, una trivialización de las relaciones sexuales, como consecuencia inmediata del mensaje que afirma que utilizando el preservativo se puede tener sexo seguro. "Como consecuencia de ello se ha producido un incremento drástico de los contactos sexuales, por lo que, aunque porcentualmente la posibilidad de contagio sea menor, en cifras absolutas los contagios aumentan".
El Dr. Aznar considera que para que una campaña de prevención del Sida fuera eficaz, debería estar presidida por las siguientes directrices: a) tratar de promover soluciones que, siendo éticamente las más idóneas, fueran acordes con objetivos criterios médicos; b) dar a la población una información científica veraz, para que después pudiera actuar en consecuencia.
Debido a los fallos del preservativo para evitar la transmisión del Sida, "la única solución verdaderamente eficaz es la abstinencia de relaciones sexuales promiscuas, o tenerlas dentro de una pareja sana, en monogamia fiel". Sin duda, para que esta medida pudiera ser efectiva, dicha campaña debería ir precedida de otra, no menos importante, sobre el significado de la sexualidad. "Sin una adecuada educación sexual es imposible plantear ninguna medida de continencia que pueda ser aceptada como un valor positivo por la sociedad, especialmente por los más jóvenes".
"Para aquellas personas que deseen tener relaciones sexuales fuera del contexto de una pareja estable, en la que ambos miembros son sanos, es decir, cuando se quiere vivir en promiscuidad sexual, el único camino para reducir, pero no para prevenir con total seguridad, el contagio por el virus del Sida, es la utilización del preservativo". Ahora bien, al recomendar su utilización, habría que dejar bien establecido que el mismo no significa sexo seguro, con el fin de que esa falsa seguridad no promueva mayor número de contactos sexuales.
¿Qué es?

Un condón es una funda delgada de látex (un tipo de caucho) que se utiliza sobre el pene. A menudo, se los llama también "preservativos".

¿Cómo funciona?

El condón evita que el semen ingrese en la vagina. Se coloca sobre el pene cuando está erecto. Se desenrolla totalmente hasta la base del pene mientras se sujeta la punta del condón para dejar un poco de caucho libre. De esta manera, habrá espacio para el semen después de la eyaculación y las probabilidades de que el condón se rompa serán menores.
Después de la eyaculación, el hombre debe sujetar el condón en la base del pene mientras lo retira de la vagina. Debe retirarlo cuando el pene aún está erecto para evitar que se le salga el condón cuando pierde la erección. De lo contrario, el semen podría entrar en la vagina.
Los condones usados se tiran en la basura, no en el inodoro. Una vez que un condón ha sido utilizado, no se puede volver a utilizar. Se debe utilizar un condón nuevo cada vez que se tienen relaciones sexuales. Y es necesario utilizarlo desde el principio hasta el final de la relación para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Nunca utilices lubricantes a base de petróleo, tales como aceite mineral, vaselina o aceite para bebés, con los condones porque estas sustancias pueden descomponer el caucho. Y si un condón parece seco, pegajoso o rígido cuando lo retiras del envase, o si ya pasó su fecha de vencimiento, deséchalo y utiliza uno nuevo. Es conveniente tener más de un condón a mano por si hay un problema con uno de ellos. El lugar ideal para guardar los condones que no has usado es uno fresco y seco.

¿Cuán bien funciona?

En el transcurso de un año, aproximadamente 15 de cada 100 parejas que utilizan únicamente condones para evitar los embarazos tendrán un embarazo accidental. Por supuesto, éstas son cifras promedio y la posibilidad de un embarazo depende del uso correcto de este método cada vez que se tienen relaciones sexuales. El uso de espermicida junto con los condones proporciona una mayor protección contra los embarazos, en especial si el condón se sale o se rompe durante el acto sexual.
Por lo general, cuán bien funciona un método anticonceptivo depende de muchos factores. Por ejemplo, si una persona tiene alguna enfermedad o si está tomando medicamentos que puedan interferir con su uso. También depende de si el método seleccionado es conveniente y de si la persona recuerda utilizarlo correctamente siempre.
Protección contra enfermedades de transmisión sexual
La mayoría de los condones están hechos de látex. Los fabricados con intestino de cordero ofrecen menos protección contra algunas enfermedades de transmisión sexual, entra las que se encuentra el VIH. Por eso es que se recomienda el uso de condones de látex. También se fabrican condones de poliuretano para las personas alérgicas al látex.
Si se utilizan correctamente, los condones de látex y de plástico son eficaces contra la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual. Los condones no brindan protección contra infecciones que se contagian por el contacto con llagas en la parte de piel no cubierta por un condón (como la base del pene o el escroto). Aun cuando utilicen otro método anticonceptivo, quienes tienen relaciones sexuales siempre deben utilizar condones si desean protegerse de las enfermedades de transmisión sexual.
Posibles efectos secundarios
La mayoría de las mujeres y los hombres no tienen inconvenientes con el uso de condones. Los efectos secundarios ocasionales pueden incluir los siguientes:
alergia a los condones de látex
irritación en el pene o la vagina debido a los espermicidas o lubricantes utilizados para tratar algunos condones

¿Quiénes lo utilizan?

Las parejas que son lo suficientemente responsables como para detenerse y colocar un condón antes de tener relaciones sexuales y las personas que desean protegerse contra enfermedades de transmisión sexual. Como los condones son actualmente el único método anticonceptivo para hombres, permiten que ellos asuman la responsabilidad de protección contra enfermedades de transmisión sexual y contra embarazos no deseados. Los condones también son una buena opción para las personas que no cuentan con mucho dinero para métodos anticonceptivos.

¿Cómo lo consigo?

Los condones se pueden comprar sin receta en las farmacias, los supermercados y en máquinas expendedoras. En algunos negocios, se encuentran en una góndola denominada "Family Planning" (planificación familiar). Las opciones de condones son muy variadas: vienen en distintos tamaños, texturas, colores y sabores. Algunos están lubricados y muchos también están recubiertos con espermicida; no obstante, es más eficaz utilizar un espermicida vaginal por separado.

¿Cuánto cuesta?

Los condones son el método anticonceptivo más económico y más fácil de conseguir. Cuestan, aproximadamente, entre 50 centavos y 1 dólar cada uno, y son más baratos si se compran en cajas que contienen más unidades. Además, muchos centros de salud, clínicas de planificación familiar (como Planned Parenthood) y escuelas los distribuyen en forma gratuita.
Recuerda que la abstinencia (la decisión de no tener relaciones sexuales) es el único método que siempre evita los embarazos y las enfermedades de transmisión sexual.